viernes, 16 de octubre de 2015

“El Regreso a la Tierra Prometida”. Cap. X



“El Regreso a la Tierra Prometida”.
Cap. X

Colocar, aprehender, lo cierto y verdadero con LA CONSCIENCIA DESPIERTA; es sin duda el objetivo de todas estas enseñanzas.
“El que habla y ríe de lo que desconoce”; sin duda esta tremendamente equivocado. Pero los equivocados siguen hablando y riendo. En la mofa que representan; es incuestionable que está reflejada SU IGNORANCIA y en esta condición; la de IGNORANTES; nada podemos hacer; solo COMPRENDERLES que son IGNORANTES; pero no con Orgullo, ni Lastima; sino; con la COMPRENSION de lo cierto y verdadero.
Un Poeta; para declamar sobre un sentimiento, lo debe haber VIVENCIADO primero; ya que de no ser así; su prosa será una palabrería sin sentido, sensación y emoción; que al ser leída nada producirá.
El dolor de un sentimiento; para ser expresado; debe primero haber partido, destrozado el corazón del escribiente; poeta; antes de que lo ponga en maravillosas palabras. O  en el caso contrario; debe haber INSUFLADO hasta el alma misma para que en bellas palabras describa el AMOR.
Pero el Intelectual en el camino más fácil; opina, plantea y discute; sin siquiera haber vivenciado EL TEMA.
Para los que en lo poco hemos vivenciado los asuntos esotéricos, espirituales e iniciáticos; frente a un intelectual en una conversación sobre estos temas; es perder el tiempo.
Aun para los seguidores de MAESTROS INICIADOS; pero que son solo simples INTELECTUALES; es perder el tiempo discutir, opinar e intercambiar ideas.
La razón es simple: NO HAN VIVENCIADO.
Y como ese es el MOTIVO; la falta de VIVENCIA; opinaran en contra de lo que no hayan leído o escuchado de sus MAESTROS.
Sus respuestas serán: Lo dijo el maestro o no lo dijo el maestro; la verdad es simplemente que NO HAN VIVIENCIADO.
En estos casos:”No han vivenciado lo que leyeron de su maestro, ni lo que le escucharon” solo lo atesoraron en el INTELECTO, el recuerdo y la memoria.
Cuando alguien distinto de su Maestro escribe o dice algo; o dice lo mismo de diferente manera o forma; como consecuencia de su falta de VIVENCIA; no lo aceptaran, discutirán y en el peor de los casos se transformaran en enemigos atacando las enseñanzas del expositor.
MOISES en el CANIMO A LA TIERRA PROMETIDA se ve en estas circunstancias una y otra vez atacado por los DORMIDOS; por sus hermanos, sacerdotes, compañeros, aprendices y discípulos, etc.
Pero MOISES camina bajo el SOL que le guía e ilumina y que en cambio para los otros es ABRASADOR, que les ciega y quema.
Tanto en lo externo; como en lo interno; MOISES; se ve atacado, vilipendiado, expulsado, tergiversado y odiado por sus mismos compañeros de la senda.
Pero el Misterio es que esos TRES COMPAÑEROS; que resumen la Legión; al final MUEREN POR LAS LLAMAS CONSUMIDORAS DEL SOL ESPIRITUAL.
Estos TRES TRAIDORES; no hay duda que son la sombra antitética de los TRES LOGOS.
Pero al final EL FUEGO SAGRADO les consume.
Quien VIVENCIA se convierte en MOISES y sus mismos hermanos de la senda que están DORMIDOS les atacaran, expulsaran y difamaran; PERO; sed fuertes, decididos y seguid Caminando por el Desierto, que el SOL os iluminara y guiara; los otros; en el camino se perderán o quedaran atrapados en el intelecto, las aguas, las joyas, los alimentos, los vicios, el becerro de oro, etc.
No olviden que los que huyen de Egipto; Los egos y los egoicos; pero que llevan a rastras sus pertenencias; recuerdos, memorias, errores, vicios; etc.; al final ese mismo peso les deja prisioneros en el camino y MUEREN.
MOISES se une a su Sagrada Esposa y Levanta la Vara.
El mismo jojavaras (la vara de jehova) se levanta y con ella avanza a paso firme hasta el Monte Sinaí en donde tras duras jornadas es elevado hasta los confines de DIOS.
Unido a su esposa Canta en mantram sagrado IIIIIIII   AAAAAA   OOOOOO elevando el SEMEN y orando al CONSTRUCTOR para que el TEMPLO SAGRADO se construya.
Que el “OM” también retumbe en esta obra.
Paz Inverencial.

“El Regreso a la Tierra Prometida”. Cap. IX



“El Regreso a la Tierra Prometida”.
Cap. IX

Incuestionablemente; de día; a los caminantes hacia la Tierra prometida; los guía una Columna de Humo y de noche; una Columna de FUEGO.
El Portador de este FUEGO; este TUBALCAIN, es sin duda el TERCER LOGOS, el Espíritu Santo.
En el Hornillo; ARDE LA LLAMA; los trabajadores de la LLAMA, con sus herramientas Forjan las Piezas de la Armadura.
Son los Fabricantes; las diversas partes del SER; entre ellos SAMAEL, Dios de los volcanes, de la LLAMA, del FUEGO SAGRADO.
Estos HERREROS; golpe tras golpe; forjan las piezas importantes del TEMPLO: Columnas, Puertas, cirios, estrella, tronos, Aras, lanzas, espadas, etc.
Todos bajo la dirección e instrucción del CONSTRUCTOR.
El hombre y la mujer; unidos sexualmente; solo mantienen viva la LLAMA y con su canto la traen de lo más alto y la llevan al centro de la novena esfera; el centro del averno; donde trabaja EL PORTADOR DE LA LUZ.
El Portador de Luz, del Fuego, de la LLAMA; es en si EL CONSTRUCTOR; quien fabrica realmente LOS CUERPOS SOLARES.
Sin LA LLAMA, las demás partes del SER están detenidas en sus procesos; la Madre; sin el FUEGO no se puede elevar, no es ella el fuego; sino que se alimenta del Fuego y en ese alimentarse DESPIERTA. Con el FUEGO, ella ELIMINA LAS SOMBRAS; pero no es el FUEGO; el FUEGO es sin duda EL TERCER LOGOS.
Tres son los LOGOS: El Padre; primer Logos, El Hijo; segundo Logos; y el Espíritu Santo; el TERCER LOGOS.
El Constructor, el Príncipe y el Rey. Hiram Habiff, Salomon, el Rey David.
Es incuestionable que quienes se olvidan de “Los Trabajadores de La Obra” JAMAS fabricaran los Cuerpos Solares. Quienes solamente se unen con la intención de realizarla; pero en la práctica solo gozan de la unión; están perdidos, desviados, alejados.
“LOS HERREROS SON LOS QUE TRABAJAN”.
MOISES; es el que camina por el DESIERTO bajo el SOL abrazador; la ESENCIA DESPIERTA unida a la parte del SER; la que viaja por la Tierra desierta; nuestro cuerpo físico LUNAR.
Paz   Fuerza   Amor.
En Cristo.

“El Regreso a la Tierra Prometida”. Cap. VIII



“El Regreso a la Tierra Prometida”.
Cap. VIII

Hemos colocado la leyenda, enseñanza, por separado en otras oportunidades. La vamos a ligar en estos capítulos para la COMPRENSION de todas y todos Uds.

LA LEYENDA LUCIFERINA DE HIRAM ABIFF

En los Ritos masónicos, existen grandes misterios pertenecientes a la tradición masónica del siglo XVIII, repleta de rosacrucismo, templarismo, iluminismo, ocultismo... Uno de los Misterios más profundos de los Ritos masónicos es la leyenda de Hiram Abiff, presente esencialmente en el grado Maestro. Desde la Maestría Masónica, que pertenece a la fase alquímica Obra al Negro, la historia de Hiram Abiff nos ofrece Luz y nos conduce a los grados de la fase alquímica Obra al Blanco. Vamos a abordarla en todo su contenido. 
HIRAM ABIFF EN LA BIBLIA
De entre los varios personajes que con este nombre son llamados en la Biblia, el que los masones consideran maestro de maestros es Hiram Abiff, natural de Tiro, artesano fundidor y héroe de la leyenda masónica asociada al grado Maestro. La historia de Hiram Abiff que aparece en el Antiguo Testamento de la Biblia o en la Torah hebrea es la siguiente.
Cuando los hebreos volvieron a la tierra prometida, el rey David comenzó a construir el Templo de Jerusalem, el Templum Domini (El Templo del Señor). Tras la muerte del rey David, su hijo el rey Salomón, bajo la influencia del profeta Natán, prosiguió la construcción del Templo. El lugar elegido para la construcción fue el famoso Monte Moria (relacionado con el término mara, es decir visión, revelación).
En la obra, Salomón contó con la ayuda de un amigo de su padre David, Hiram, rey de Tiro en el siglo XI ANE, quien aportó una cantidad de material considerable para el edificio (oro, cipreses, cedros), acercándolos por mar al punto más próximo a Jerusalem. El rey Hiram de Tiro también le prestó algunos masones a Salomón para que éste culminase la gran obra que suponía la construcción del Templo. Y Salomón como recompensa concedió al rey de Tiro la posibilidad de sacar de sus estados cada año 20.000 medidas de trigo, 20.000 de aceite…, entregándole unas veinte ciudades de Galilea y enviándole obreros para sus necesidades.
Hiram de Tiro, repleto de afecto, por último, le envió a Salomón un artista en quien moraba el espíritu de la Sabiduría. Hijo de una mujer de la tribu Neftalí y de un trabajador del latón llamado Ur (fuego, luz), de nombre Hiram (vida eterna) y Abiff (padre mío, el fundidor), Hiram Abiff era un Maestro “lleno de sabiduría, de entendimiento y de conocimiento para hacer toda suerte de obras de bronce; y vino al rey Salomón, y fue quien hizo para él toda su obra”. (I Reyes, 7, 14).
Los obreros masones de Hiram Abiff quedaron divididos en aprendices, compañeros y maestros, y cada grado poseyó unos signos, unos toques y unas palabras secretas.
El Antiguo Testamento de la Biblia, sobre la evolución de la obra, nos dice:
“Hiram Abiff fundió dos columnas de bronce. Tenía cada una dieciocho codos de alto, y un hilo de doce codos era el que podía rodear cada una de las columnas. No eran macizas, sino huecas; el grueso de sus paredes era de cuatro dedos. Fundió capiteles de bronce para encima de las columnas; de cinco codos de altura uno y de cinco codos de altura el otro... Erigió primero la columna de la derecha y le dio el nombre de Jakin, y luego la columna de la izquierda y le dio el nombre Boaz. Como remate de las columnas había una especie de lirio. Así fue acabada la obra de las columnas”. (I Re 7, 15-22). Según el Antiguo Testamento, tras esto, Hiram Abiff preparó más decoración del Templo, fundiendo las obras en una conocida explanada cercana al Jordán.
Una cuestión distinta a la Biblia es la leyenda masónica del grado Maestro que tiene relación con Hiram Abiff.
LA LEYENDA LUCIFERINA DE HIRAM ABIFF
La leyenda de Hiram Abiff que aparece en la Maestría Masónica explica que estando cerca la terminación del Templo, Salomón encargó a Hiram Abiff que realizase el diseño de todas las obras de decoración del Templo. Éste instaló el taller de fundición en una explanada no lejos del Jordán y otorgó a los masones tres categorías: Aprendiz., Compañero y Maestro, enseñándoles signos, toques y palabras de paso. Habían 70.000 aprendices, 8.000 compañeros y 3.600 masones.
Cuando el Templo estaba a punto de ser terminado, la reina de los sabeos Balkis, princesa cuya belleza era célebre en todo Oriente, viajó a Jerusalem para conocer a Salomón, pero el encuentro no resultó del todo afortunado. Balkis, tras conocer por el cuervo Hud-Hud un asunto relacionado con la cepa de vid que se encontraba junto al altar, recriminó a Salomón: “para asegurar tu propia gloria has violado la tumba de tus padres; y esta cepa...” Y éste respondió con serenidad “que en su lugar elevaré un altar de porfirio y de maderas de olivo, que haré decorar con cuatro serafines de oro”. “Esta viña - dijo Balkis- ha sido plantada por Noé, tu antepasado. Al levantarla de cuajo has cometido un acto de rara impiedad. Por ello, el último príncipe de tu raza será clavado en este madero como un criminal. Pero el suplicio salvará tu nombre del olvido y hará llover sobre tu casa una gloria inmortal”. Balkis añadió que quería conocer a Hiram Abiff y, finalmente, lo consiguió. Tras conocerlo, argumentó que deseaba conocer a los masones y Salomón se negó. Pero el genial Maestro por excelencia, Hiram Abiff, subió en ese instante a un bloque de granito y con la mano derecha realizó un signo parecido a la T, relacionado con Tiro, Tubalcaín...; y los masones se reunieron y guardaron un silencio y una quietud asombrosos.
Algunos días después de los hechos narrados, Bedoni, ayudante y fiel discípulo de Hiram Abiff, sorprendió a tres compañeros: Fanor el sirio (albañil), Anru el fenicio (carpintero) y Matusael el judío (minero), planeando sabotear la obra. Y la obra resultó momentáneamente saboteada, provocando que un Bedoni desesperado por no haber advertido a tiempo a Hiram se lanzase a la ardiente lava. Hiram Abiff, desolado por el fracaso, se retiró llorando y entonces soñó el sueño más importante de su vida. Tubalcaín lo transportó al Monte Zión y al centro de la tierra y le transmitió la tradición luciferina más pura y excelsa:
“De la fundición que brilla enrojecida en las tinieblas de la noche se alza una sombra luminosa. El fantasma avanza hacia Hiram, que lo comtempla con estupor. Su busto gigantesco está presidido por una dalmática sin mangas; aros de hierro adornan sus brazos desnudos; su cabeza bronceada encarnada por una barba cuadrada, trenzada y rizada en varias filas, va cubierta por una mitra de plata dorada; sostiene en la mano un martillo de herrero. Sus ojos, grandes y brillantes, se posan con dulzura en Hiram y, con una voz que parece arrancada de las entrañas del bronce, le dice:
-Reanima tu alma, levántate hijo mío. Ven sígueme. He visto los males que abruman a mi raza y me he compadecido de ella...
-Espíritu, ¿quién eres? (pregunta Hiram)
-La sombra de todos tus padres, el antepasado de aquellos que trabajan y que sufren. ¡Ven! Cuando mi mano se deslice sobre tu frente, respirarás en la llama. No temas nada. Nunca te has mostrado débil...
-¿Dónde estoy? ¿Cuál es tu nombre? ¿Adónde me llevas? (dice Hiram)
-Al centro de la Tierra, en el alma del mundo habitado. Allí se alza el palacio subterráneo de Enoc, nuestro padre, al que Egipto llama Hermes y que Arabia honra con el nombre de Edris...
-¡Potencias inmortales! (exclama Hiram) Entonces es verdad. ¿Tú eres...?
-Tu antepasado, hombre, artista..., tu amo y tu patrono. Yo fui Tubalcaín.
Llevándole como en un sueño a las profundidades de la Tierra, Tubalcaín instruye a Hiram Abiff en lo esencial de la tradición de los cainitas, los herreros, dueños del fuego.
En el seno de la Tierra, Tubalcaín muestra a Hiram la larga serie de sus padres: Iblis, Caín, Enoc, Irad, Mejuyael, Matusael, Lamec, Tubalcaín...
Y entonces le transmite a Hiram la tradición luciferina: Al comienzo de los tiempos, hubo dos dioses que se repartieron el Universo, Adonai, el amo de la materia y el elemento Tierra, e Iblis (Samael, Lucifer, Prometeo, Baphomet), el amo del espíritu y el fuego. El primero creó al hombre del barro y lo animó. Iblis y los Elohim (dioses secundarios) que no quieren que éste sea un esclavo de Adonai, despiertan su espíritu, le dan inteligencia y capacidad de comprensión. Mientras Lilith (hermana de Iblis, Samael, Lucifer, Baphomet...) se convertía en la amante de Adán (el primer hombre) enseñándole el arte del pensamiento, Iblis seducía a Eva y la fecundaba y, junto con el germen de Caín, deslizaba en su seno una chispa divina (según las tradiciones talmúdicas Caín nació de los amores de Eva e Iblis, y Abel de la unión de Eva y Adán).
Más tarde, Adán no sentirá más que desprecio y odio por Caín, que no es su verdadero hijo. Caín dedica su inteligencia inventiva que le viene de los Elohim, a mejorar las condiciones de vida de su familia, expulsada del Edén y errante por la tierra.
Un día, cansado de ver la ingratitud y la injusticia, se rebelará y matará a su hermano Abel.
Caín aparece ante Hiram Abiff y también le explica su injusta situación, añadiendo que en el curso de los siglos y los milenios, sus hijos, hijos de los Elohim e Iblis, trabajarán sin cesar para mejorar la suerte de los hombres, y que Adonai, celoso tras intentar aniquilar a la raza humana tras el diluvio, verá fracasar su plan gracias a Noé, que será ‘avisado por los hijos del fuego'.
Al devolver a Hiram a los límites del mundo tangible, Tubalcaín le revela que es el último descendiente de Caín, 'último príncipe de la sangre' del Ángel de Luz e Iblis, y que Balkis pertenece también al linaje de Caín, que es la esposa que le está destinada para la eternidad”.
Tras regresar al Templo conducido por Tubalcaín, Hiram Abiff está aturdido por el sueño y las visiones, acaba la obra y se une a Balkis.
Casi terminadas las obras del Templo de Jerusalem, tres compañeros que veían difícil ser admitidos en la Maestría Masónica, decidieron conseguirla por la fuerza. Apostados cada uno en una puerta del Templo, invitaron a Hiram a desvelar sus secretos. Como éste no quiso revelarlos, cada uno le asestó un golpe (uno con una regla sobre el gaznate, otro con una escuadra de hierro sobre el pecho izquierdo y un tercero con un mazo en la frente) y lo hirieron de muerte. Los asesinos escondieron el cuerpo sin vida de noche en un bosque, plantando sobre su tumba una rama de acacia (símbolo de la inmortalidad y la Maestría). Hiram fue descubierto y vengado. Su cuerpo reposó en el Monte Zión, a unos pocos metros de la Puerta de Zión.
LEYENDA Y TRADICIÓN LUCIFERINA
Hemos apreciado varias cuestiones de interés: Hiram Abiff en la Biblia, la leyenda de la Maestría Masónica, el luciferismo de Hiram Abiff y sus antepasados, la tradición luciferina, etc. Repasemos algunos puntos de sumo interés.
El árbol genealógico de Hiram Abiff, según la tradición luciferina es:
1. El Dios Supremo y Desconocido
2. Iblis (Samael, Prometeo, Lucifer, Baphomet…) y Eva
3. Caín y Lebuda
4. Enoc y Naema
5. Irad y Naema
6. Mejuyael y Naema
7. Matusael y Naema
8. Lamec y Tsilla (Sela)
9. Tubulcaín y Naema
10. Ur y una viuda
11. Hiram Abiff y Balkis
Y la genealogía de Hiram Abiff de la tradición luciferina que acabamos de describir, sin lugar a duda, por tanto, se puede considerar totalmente “luciferina” o ligada al dios de la Luz por varios motivos:
-Hiram, el fundidor de Tiro, era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí (I Reyes, 7-13) o de Dan. Esas dos tribus hebreas fueron las que volvieron al becerro de oro y renunciaron al elaborado por Moisés. Un hecho significativo.
-Hiram tuvo por padre a un tirio, también fundidor, llamado Ur. En hebreo, esa palabra significa “Luz”. Recordemos la importancia de la Luz con mayúsculas en toda la ruta luciferina.
-La leyenda de Hiram nos cuenta que éste fue instruido, durante un descenso al centro de la Tierra, por Tubalcaín, su antepasado fundidor. Y Tubalcaín, por cierto la palabra de paso en la Maestría Masónica, es citado en el Génesis 4-22 de la siguiente forma: “Sela parió a Tubalcaín, forjador de instrumentos cortantes de bronce y de hierro. La hermana de Tubalcaín era Naema”. El rabí Simeón (a quien se atribuye el Zohar, el principal libro de la Cábala) nos aclara: “Naema era la madre de todos los demonios (sic), porque procedía del lado de Caín”. Naema es hermana y esposa de Tubalcaín, lo mismo que Isis es hermana y esposa de Osiris.
-Tubalcaín es un antepasado cercano de Hiram Abiff y la séptima generación nacida de Iblis (Samael, Prometeo, Lucifer, Baphomet…), el dios de la Luz y Ángel de Luz en la tradición judía, como se puede ver en el árbol genealógico de la tradición luciferina descrito más arriba. Con lo cual, podemos asegurar que Hiram Abiff tenía por antepasado directo a Tubalcaín e Iblis, el dios de la Luz.
-Todo lo expuesto no sólo muestra que Hiram Abiff pertenece a una genealogía “luciferina”, sino una clara ligazón de éste y sus antepasados con el dios de la Luz, llamado como hemos dicho Iblis (Samael, Lucifer, Baphomet, Prometeo…).
Los Misterios relatados pertenecen a la Iniciación Primordial que fue a parar a las masonerías operativas de Egipto, de Israel… Recogidos por el escocismo y memphis-misraïm, por los Ritos de la Orden Illuminati y la Societas OTO, por el Sistema denominado Rojismo, esos Misterios son fundamentales en la iniciación.
El deber de los iniciados es “descubrir” la auténtica tumba de Hiram Abiff para poseer su Luz y sus Misterios. Así descubren de quien descienden y quienes son, alcanzando la iniciación completa. Unos buscan la tumba en el interior del templo, mientras que otros dirigen sus pasos hacia el Monte Zión y las entrañas de la Tierra.

Incuestionablemente: “TODO ESTO ESTA DIRIGIDO A LA ESENCIA, QUIEN CUANDO DESPIERTA LO COMPRENDE.

Paz   Fuerza   Amor.
En Cristo.

“El Regreso a la Tierra Prometida”. Cap. VII



“El Regreso a la Tierra Prometida”.
Cap. VII

Fabricar los Cuerpos Solares; no es solo cuestión de tener relaciones sexuales SIN FORNICAR: no es solo NO EYACULAR, tampoco es no solo NO LLEGAR AL ORGASMO; sino que es mucho más.
Cualquiera con un poco de voluntad lo puede hacer; eso está demostrado. La cuestión es FABRICAR LOS CUERPOS SOLARES y eso ¿Quién LO REALIZA?
Muchas veces LEEN y no Comprenden lo que LEEN. Se LEE al pie de la letra y no se COMPRENDE lo escrito; vamos a poner a disposición de Uds. unos ejemplos:
SALOMON; Rey;  ordena la realización de un Templo; para ello solicita la ayuda de UN CONSTRUCTOR; quien estará a cargo de ello. CONSTRUCTOR cuyo nombre es; prestad atención; Hiram habif, Hiram Abi, Jiram Habif o Hiram Habiff.
El nombre Hiram2 (en hebreo Hîrām, Hîrōm, Hūrām, H[e]iram, pronunciado Kjirám o Kjurám) es de origen fenicio, posiblemente una abreviación o equivalente de Ahiram (Núm. 26:38, en la Biblia), el cual significa ‘mi hermano es el exaltado [Dios]’.3
 Kjirám o Kjiróm, que significaba (ser) blanco, limpio, blancura.4
La palabra Abí significa ‘(ser) paternal’. Proviene de la palabra caldea correspondiente a padre (literal o figurado), principal, verdor fruto, patrimonio, descendencia y antepasado, planta verde, fructificar.5 Esta es la misma palabra Abías (Abí-Yah), otro nombre bíblico.6
Abí, Ab u Ob, significan guardián, vigilante y angel guardián, que expresan la idea de proteger un lugar habitado.7 El blanco expresa la idea un lino fino o lino blanco, mientras que abi expresa la idea de ser un mago o encantador (por el balbuceo), así como alguien que evoca espíritus.8 De esta misma raíz proviene la palabra griega Abba.
Entonces; repetimos la pregunta ¿Quién es este CONSTRUCTOR que realiza el Trabajo de Fabricar el TEMPLO  de Salomón?
Agregamos otras más; preguntas; ¿Es simplemente quien NO FORNICA? ¿Es quien retiene simplemente el SEMEN en el acto sexual? ¿Es la pareja que TRANSMUTA la Energía Creadora quien Fabrica los Cuerpos Solares o TEMPLO DE SALOMON?
Repito: LEEIS PERO NO COMPRENDEIS.
El Rey Salomón encarga al Constructor Hiram Habiff que haga un TEMPLO.
EL MAESTRO CONSTRUCTOR LO REALIZA.
Dos preguntas más; dentro del rayo de la creación ¿Quién es el Rey SALOMON? y ¿Quién es el Maestros Constructor Hiram Habiff?
Es muy SIMPLISTA decir: únanse las parejas en relación sexual y retírense del acto sin derramar la energía creadora; que con ellos fabricaran los cuerpos existenciales del SER.
“NO SABEN NADA”.

Continuaremos.
Paz   Fuerza   Amor.
En Cristo.