Caminos de la Gioconda
¿En qué me baso yo para decirles a ustedes
que la Gioconda es la Madre Divina Kundalini de Leonardo da Vinci? Me
baso en que soy alquimista y trabajo con esto. Si ustedes miran el
cuadro verán dos caminos, allá a lado y lado de la figura central. Uno
de esos caminos es espiraloide, el de la izquierda, y va al agua. El
otro es un camino más largo y en vez de irse al agua se interna en el
bosque. Ahí está la clave, el que entiende cuales son los dos caminos
sabe muy bien que Leonardo da Vinci pintó a su Divina Madre Kundalini.
El camino ese espiraloide que va al agua, es la vía húmeda de la
alquimia. Los Iniciados cuando llegan al estado legítimo y real de
hombres verdaderos, en el sentido más completo de la palabra, se definen
por la senda espiral nirvánica, la vía húmeda. Estos se sumergen en el
Nirvana. Por allá de eternidad en eternidad toman cuerpo alguna vez (y
pueden tomar cuerpo en cualquier planeta del espacio infinito) para dar
un paso adelante. De manera que ellos viven más que todo en felicidad,
son dichosos. Los otros, los que escogen la vía seca, o sea la
"directa", se internan en el bosque de la alquimia. Leonardo da Vinci
pinta a su Madre Divina Kundalini Shakti entre los dos caminos, el de la
espiral, o sea la vía húmeda y entre ese otro, "la directa", que se
interna en el bosque de la alquimia. Obviamente sólo con la ayuda de la
Divina Madre Kundalini puede uno avanzar en cualquiera de las dos vías,
sea en la vía húmeda, o sea en la vía seca. Los alquimistas hablando en
lenguaje simbólico alegórico dicen que en la vía húmeda el trabajo se
puede realizar en dieciocho meses. Muchos tomaron esto al pie de la
letra, pero resulta (afortunadamente) que nosotros somos alquimistas y
conocemos el trabajo de los alquimistas. Debido a eso podemos afirmar en
forma enfática que la Gioconda de Leonardo da Vinci es su propia Madre
Divina Kundalini. Y la pintó, sí señor. Así pues, si él no hubiera
desarrollado el translúcido, ¿cómo hubiera podido haberla pintado? Pero
sí había desarrollado el translúcido y aun más, había subido a la escala
de la inspiración, y había llegado también a la tercera escala que es
la de la intuición.
Caminos equivocados
Y es un poco duro esto, un poco cruel, diría
yo, despiadado. Y eso somos, nada más que eso; si tan siquiera fuéramos
seres humanos, algo seríamos, pero ni eso. Unos pobres humano ¡
intelectuales, cargando la pena de vivir, ¡eso es lo que somos!
Parecería muy pesimista, por aquello de que "hay contrastes". Nos
acordamos de las famosas pachangas, reímos ante la copa, etc., y nos
parece que la vida tiene sus momentos felices, y es que no sabemos
nosotros entender lo que es felicidad,
confundimos a los instantes de placer con la auténtica y legítima
felicidad; obviamente, marchamos por caminos equivocados. ¿Y qué queda
después del hastío del placer? ¡Únicamente desengaños, la decepción!
¡Cuantas veces se casa un hombre que cree que adora a una mujer, y una
mujer que cree que ama a un hombre; se casan, más en realidad de verdad
porque estaban auto-fascinados, no se amaban; creían que se amaban, más
no se amaban (ellos pensaban que se amaban). Lo que sucede es que se
confunde el amor con la pasión; satisfecha la pasión meramente animal,
lo único que queda en la pareja que tanto se adoraba, es el asco, el
hastío, la decepción y eso es todo. De ahí para adelante, todo es
rutinario: sólo se habla de cuentas de Banco, de la renta, de la ropa
"que está sucia" y que "hay que lavarla", que "necesitamos que el
desayuno llegue a tiempo, para salir al trabajo"... De cuando en cuando
salir por ahí, a dar un paseo, para buscar un escape al aburrimiento, o a
una pachanga que termine en una tremenda cruda (borrachera), sin gran
decepción. Y así va pasando la vida, hasta que llegamos a viejos, y ya
viejos nos sentimos veteranos, nos gusta que nos llamen nuestros nietos,
conque nos digan "abuelo" para narrarles nuestras tristes historias, de
las cuales nos sentimos orgullosos. Esto ya es corriente en la vida:
"En mis tiempos, el Presidente don fulano de tal hizo tal, y tal, y tal
obra; para contarles alguna cruenta lucha fratricida en la que tomamos
parte, posiblemente hasta documentada con nuestras heridas de guerra, de
las que bien podemos sentirnos orgullosos. ¡Puras tristezas! "Que murió
nuestro hermano tal", "que nuestro primo perdió su fortuna", o de que
"los tiempos aquellos eran mejores", etc. Al fin llega la muerte...
¡Vida infeliz si para eso trabajamos tanto, si para eso sufrimos tanto!
Caminos espiral y directo
Una vez que uno ha creado un sistema
solar psicológico dentro de sí mismo y una Luna psicológica, si quiere
avanzar un poco más, tiene que definirse, pues se le presentan a uno dos
caminos, al llegar a ese estadio de la iniciación: El uno, la senda
espiral nirvánica, es un trabajo bueno. La otra, la vía directa, el
camino directo que lo conduce a uno al Absoluto, es un trabajo superior.
Muchos se definen por el camino espiral nirvánico, y como sus frutos
son menores, sus sufrimientos también son menores. Quienes se definen
por el camino directo, sufren más, porque sus triunfos son mayores. Por
lo tanto, el dolor es más tremendo. En cuanto a mí atañe, soy un
caminante de la directa y la doctrina que enseño es la de la directa,
para los que quieran ir por la directa. Los que no quieran ir por la
directa, lo lamento, pues llegará un punto en que todos tendrán que
definirse. A los que siguen la espiral, tendremos que decirles adiós, y
los que seguimos la vía directa, pues vamos hacia el Absoluto. De manera
que esa es la cruda realidad de los hechos.
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