martes, 11 de agosto de 2015

"CAMINOS".

Camino del buen dueño de casa
Es bueno que se sepa, de una vez y para siempre, que nosotros los gnósticos hollamos la senda de la Revolución de la Conciencia. Sobre ella nos habló El Cristo en su Evangelio, cuando dijo: "Estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la luz y muy pocos son los que lo hallan". Esto que estamos diciendo, mis estimables jóvenes gnósticos, no sería entendido jamás por aquellos que siguen la senda del "Buen Dueño de Casa". El Gran Kabir Jesús, refiriéndose a estos últimos, dijo: "¡Hipócritas, fariseos, sepulcros blanqueados, perversa generación de víboras, que lo de afuera del plato y del vaso limpiáis, mas lo de adentro está lleno de suciedad". También los compara con aquellos "sepulcros blanqueados": hermosos por fuera, pero (adentro) llenos de podredumbre y huesos de muertos. ¿Qué se entiende por el "Buen Dueño de Casa"? ¿Qué es lo que se debe comprender por "aquel que sigue el camino del Buen Dueño de Casa"? ¡Escuchad!: la senda del "Buen Dueño de Casa", es la senda de los reaccionarios, de aquellos que aborrecen la Revolución de la Conciencia, de la gente retardataria y regresiva.

 Camino del espíritu puro
Al fin por ese camino de inspiración, de oración, de exaltación, se consigue penetrar en el reino de la intuición. Ese es el camino del Espíritu Puro. No sería posible entender a los seres estrictamente espirituales que viven allá en la región de los Elohim, si uno no tuviera desarrollada la intuición, ¿cómo entenderíamos? Sí, es que ellos hablan de cierta forma, de cierta manera, que si uno no es intuitivo pues no entiende; hay que saberlos entender.






 Camino estrellado
Esa clase de trabajo, relacionado con la Luna Negra, se denomina en esoterismo "La Iniciación de Judas", es decir, "la Pasión por el Señor". Raros son los seres humanos que han llegado a esas alturas; sin embargo, yo cumplo con mostrarles a ustedes el camino que conduce a la liberación final. Este camino no es para los mentecatos, no es para las gentes que están embotelladas, dijéramos, entre los códigos de moral, escritos por tantos humanoides intelectivos. Este es un camino difícil, a éste se le llama el "camino estrellado", (se le denomina así porque esta simbolizado por ocho estrellas en el firmamento); es un camino lleno de peligros imprevistos, un camino de angustias y dolor.
Por ese camino anduvo Nicolás Flamel, el insigne alquimista medieval; es el camino que conduce a Compostela (hay que entender lo que es la palabra "Compostela": "Compo" significa "recibir"; "Stella", significa "estella o estrella", "Recibir la Estrella"). Para convertirse en "hombre viviente", hay que recibir la estrella de seis puntas, es decir, el Sello de Salomón. Esto está, además, debidamente documentado con "el sepulcro del iniciado" que "debe resplandecer"; no olviden ustedes que la Madre Divina Kundalini es la que "levanta los sepulcros de los iniciados". Cuando yo digo "sepulcros de los iniciados", no me estoy refiriendo a sepulcro físico, sino al sepulcro psicológico, en el cual deben ser depositados los restos de los yoes muertos. Cuando "el sepulcro resplandece", no queda ni un solo yo dentro de la sepultura; así "brilla la estrella", y esto hay que saberlo entender.
Los Doce Apóstoles, suelen ser calumniados, pero ellos marchan firmes hacia donde deben marchar. Santiago El Mayor, el bendito Patrón de la Gran Obra, firme va por "el camino que lo lleva a Compostela".

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